Aproximadamente 31 millones de personas no tienen acceso a electricidad básica en las comunidades rurales de América Latina. Este problema afecta particularmente a las comunidades rurales aisladas donde la falta de energía es una barrera para su desarrollo. A pesar de la alta cobertura eléctrica en la región, aproximadamente 400.000 familias en Bolivia y 150.000 en Argentina carecían de acceso a la electricidad o a la iluminación limpia, saludable y sostenible.
Entre los años 2012 y 2016, Alimentaris desarrolló una serie de investigaciones que tuvieron como objetivo generar y difundir conocimientos sobre sistemas solares fotovoltaicos de tercera generación (SFV3G) como una solución para el acceso a energía en comunidades aisladas. Este tipo de sistema se caracteriza por su bajo costo, portabilidad, facilidad de uso e instalación, y su capacidad para reducir hasta el 70% del costo de los sistemas convencionales.
Gracias a la colaboración entre diferentes organizaciones y organismos de gobierno provinciales, nacionales, e incluso de localidades de Bolivia, se han desarrollado diversas pruebas, pilotos y evaluaciones de estos sistemas que permitieron generar información valiosa para optimizar la inversión pública en esta temática.
Como resultado, se logró desarrollar un modelo siete veces más eficiente de inversión en nuevas tecnologías para el acceso a energía que fue específicamente aplicado como política pública provincial en Jujuy y ha contribuido a la planificación estratégica del Proyecto Energías Renovables en Mercados Rurales dependiente del Ministerio de Economía de la República Argentina (PERMER) el cual ha implementado este sistema en 8 provincias diferentes del norte de nuestro país.
El desarrollo de este modelo fue posible gracias al trabajo en articulación con el Proyecto de energías renovables en mercados rurales (PERMER), el Banco Mundial, el y el Proyecto de Infraestructura Descentralizada para la Transformación Rural de Bolivia, Soluciones Rurales y Energética.